domingo, 5 de diciembre de 2010

Tiempo de reflexión


Tras unas elecciones todos los partidos políticos hacen su valoración. El PSC no es la excepción.

Es fácil ahora el recurrido "ya se veía".
Está claro que hubo acciones más o menos acertadas pero, si lo son o no, se ve en la distancia del tiempo pasado.

Toca reflexionar sobre lo hecho y como se ha hecho, sobre lo que se hará y como se hará. Toca pensar y decidir. Pero no hay prisa, hay cosas más urgentes que un cambio de caras.
El trabajo ahora pasa por preparar unas elecciones municipales que tendremos en el 2011.
Dicen los expertos que no son extrapolables los resultados de unas elecciones autonómicas a las municipales. Y puede ser que tengan razón, casi con toda seguridad la tengan, pero , no perdamos de vista que ha pasado.

Ha habido un voto mayoritario a una concepción de derechas de la sociedad, un voto que no mira que se ha hecho sino que simplemente ha castigado bajo un miedo al que vendrá. Un voto atrapado en una imagen que se han encargado los medios de comunicación de presentarlo como la peor posible. Como si con un cambio a la derecha, los problemas desaparecerán.

Ya no hablemos de opciones independentistas que con la varita mágica de dicha independencia desaparecerán todos los problemas. El parado dejará de ser lo, sin saber muy bien de donde aflorarán los puestos de trabajo, los servicios mejorarán, teniendo en cuenta que no es hoja de ruta de la derecha, independentista o no , el incremento de prestaciones sociales.

Pero es la elección de la mayoría y debemos esperar, dejar hacer. Sabremos hacerlo, seguro que ahora pedirán lo que no ofrecieron cuando ellos fueron oposición.

Pero ahora toca trabajar, prepararnos y preparar unas elecciones que nos jugamos la administración más cercana al ciudadano.

Y a pesar de ello no debemos dejar de pensar en que haremos después, no debemos centrarnos en que será del partido socialista tras las elecciones ni quién estará aquí o allí. Pero eso no es obstáculo para reflexionar, no dormirnos a la espera de que ya llegará el verano.
No es malo que de una forma tranquila, dentro del partido, vayamos poco a poco definiendo nuestro futuro. Sin desencuentros, sin que mensajes intencionados se filtren hacia este o aquel planteamiento.

Hay trabajo, hay futuro.