domingo, 13 de octubre de 2013

Lo importante no puede esperar

La situación actual parece que solo se mide como los partidos futbol, baloncesto, o cualquier otro deporte. Se olvida la realidad cotidiana por un resultado en goles, puntos, etc, que no son más que  un resultado que no tiene consecuencias reales sobre las personas, sobre su situación real.

Ahora parece que la solución a nuestros problemas del día a día, del como llegaremos al final del día, en los casos más graves, pasa por la cantidad de personas que se manifiestan en esta o aquella manifestación ciudadana.
El número de ciudadanos que se movilizan en cualquier manifestación es importante, eso es innegable. Pero es un mecanismo de atención, un intento de dar visibilidad a la preocupación de la ciudadanía en un tema concreto.

Hasta ahí todo perfecto, el problema viene cuando los números tapan las necesidades más perentorias de muchas personas.
Cada cosa en su sitio y en su momento, no debemos olvidar nuestras preferencias en todos y cada uno de los aspectos de la vida, de nuestra vida. Encontraremos diferentes posicionamientos, y habrá que tenerlos en cuenta a todos no uno o dos sino a todas la posibles opciones. Opciones que por si solas no solucionan la necesidad de hoy.

No podemos, no debemos utilizar el 100% de nuestras fuerzas en debates de un futuro que nadie puede asegurar que solucione por si mismo la situación actual.
Debemos saber priorizar, sin dejar nada en el olvido, por supuesto, pero que no debemos dejar lo que las personas necesitan. Una cosa es elucubrar que pasará o pasaría en un supuesto concreto, y otra es mitigar las consecuencias actuales de una política económica y social , desplegada por el gobierno español y muchas veces agravada desde un govern Català, paralizado a la espera de un milagro.
Y nosotros como ciudadanos, influenciados por medios partidistas, olvidamos lo verdaderamente importante.

Por ello es más necesario que nunca centrarnos en las personas. Los Ayuntamientos y las entidades municipales por propia definición son los que más cercanos se encuentran de los ciudadanos e intentan paliar, en la medida que pueden, esas consecuencias adversas de políticas partidistas e interesadas en beneficiar a unos pocos.

Con recursos cada vez más limitados deben intentar dar respuesta a una ciudadanía que necesita sentirse escuchada, apoyada. Por esa razón cuando hablamos de la ciudad, debemos ser más pragmáticos que nunca. Son las personas de nuestra ciudad las que consiguen el cambio y el mantenimiento diario de nuestro modo vida. Personas con nombre y apellidos.
Las acciones solidarias, la conservación de nuestro entorno más cercano, de nuestra seguridad, el acercamiento de la cultura a pie de calle, bibliotecas, apoyo a entidades, etc. Eso es lo interesa a las personas que tienen problemas reales, no a grandes pensadores, personalidades o personas que su preocupación no es como llegar a comer mañana, o si sus hijos podrán acudir a un CAP para ser tratados por la medicina pública.

No podemos dejar a un supuesto mañana que todo esto se solucionará, LO IMPORTANTE NO PUEDE ESPERAR.
Y lo importante son las personas.




domingo, 23 de junio de 2013

Corregir , prevenir.

Los últimos resultados publicados sobre las preocupaciones de los ciudadanos, a parte de ciertas incongruencias en esos resultados (seguramente interesados), podemos ver lo que todos ya sabemos.

El paro es la primera de las preocupaciones. Aunque deberíamos aclarar que el paro no es el problema, sino la falta de soluciones. 

Este problema debe ser atacado desde dos aspectos.
El primero, aunque solo sea un parche, es con una prestación que permitan a las personas no entrar en una espiral sin futuro.

Se debe articular una prestación digna que permita continuar la vida en sus aspectos básicos, irrenunciables para poder reingresar en un mercado laboral que ha cambiado.
Pero no hablamos solo de una prestación económica sin más, sino también en ciertas acciones que por ejemplo suspendan por ley el desahucio de una persona en paro.  La opción de dilatar en el tiempo las cantidades de los vencimientos de las hipotecas, así como un pago máximo mensual según sus ingresos. No hablamos de condonar su deuda sino de dejarle respirar para que pueda reaccionar.
Medidas en los colegios que contemplen la opción de pagos a plazos del material escolar o de libros así como de cualquier pago que sabemos existen en los colegios. 
Ayudas, como las ya existentes en muchos ayuntamientos, con el mayor pago que realizamos al municipio, el IBI.

Pero no debe considerarse como una situación inamovible, ni para toda la vida que pueda provocar  la argumentación, de que provocaría el acomodo del parado o parada y desincentivaría la búsqueda de un empleo.

Por ello debe desarrollarse un segundo aspecto. La ayuda activa en la búsqueda de un nuevo empleo. Desde el primer día se debe acompañar a la persona en esa búsqueda. Desarrollando si hace falta, habilidades nuevas que, les ayuden a encontrar un nuevo puesto de trabajo. Y por supuesto no dejarlo solo a empresas privadas que su fin , totalmente lícito, es conseguir el máximo beneficio propio.

Desde realizar una certificación oficial del trabajo realizado, importantísimo para personas que no pueden demostrar una formación reglada, una especie de título académico pero que contempla el desempeño práctico de la persona. Un curriculum avalado por la administración que puede comprobar la veracidad de los datos aportados contrastándolos con las empresas. Hasta formarles en como se debe pedir un préstamo si se quiere emprender un nuevo negocio, a hacer un plan de viabilidad que haga su proyecto de negocio una inversión más segura. Ayudarles a saber que puestos son los más demandados y que se pueda acceder con algún tipo de reciclaje. 

Y todo ello aunque pueda parecer una gran inversión en un solo colectivo es en realidad una inversión de futuro para toda la sociedad. Porque nos interesa a todos y todas ayudar a que las personas puedan vivir de su trabajo, que aporten con su trabajo.

Necesitamos estas acciones tanto con vistas a un futuro, como las que son imprescindibles desde el siguiente minuto en que una persona queda en paro para no condenarles de por vida.

Pero todo esto es posible si desde los estamentos del poder también aparece el paro como la primera de las preocupaciones. Mientras la primera sean disputas internas, disputas de banderas, el "... y tú más", el explicarnos que va mal (que ya sabemos en propia carne que va mal) en vez de explicarnos que haremos para mejorar. Si solo ponen condiciones a unos pocos , justamente a los que ya no pueden poner más de su parte aunque quieran, si todo eso no cambia no habrá solución.

No olvidemos que mientras esas hipotéticas bonanzas llegan, debemos seguir viviendo día a día.

Aunque tampoco debemos olvidar que también nosotros tenemos nuestra parte de responsabilidad en todo esto. Nosotros dijimos un día quién debe decidir que políticas deben acometer. Ahora es momento de pensar antes de actuar, analizar si los problemas de todos nosotros son las prioridades de los que elijamos. Porque es una labor continuada, no debemos tener una memoria corta sino ver todo el recorrido. Sin prejuicios, tan sencillo y tan complicado como no olvidar y no dejarnos llevar por grandes palabras ni por siglas que en realidad no son más que un marco institucional. 
Las acciones las realizan las personas no las siglas.















sábado, 27 de abril de 2013

27 no es un número

Desde hace tiempo lo que más vemos en las noticias son números. Números que se incrementan otros que decrecen pero números y más números.

Y acompañando las cifras, previsiones y acciones que van encaminadas a modificar eso, números.

Pero hay algunos números que han dejado de serlo, por el ejemplo, el 27.
El porcentaje de personas que están en el paro, es decir que no encuentran un trabajo que les aporte una remuneración por su actividad.

Así el  27 deja de ser un número para ser personas, con nombres y apellidos que cada día viven una sensación, que solo quienes han pasado por esa situación saben que se siente. Impotencia, mezclado con dosis de miedo, incertidumbre. ¿Y qué vamos a hacer para ayudarles desde los centros de poder? Nada, por ellos y para ellos y ellas, NADA.

Sentados frente a una cámara, o en una pantalla por miedo a dar la cara ante las personas, nos cuentan que hay indicadores buenos y malos, que habrá un inflexión en los datos que...
Número y más números pero ¿qué piensa hacer para que las personas que no saben si llegarán a tener para comer a final de este mismo mes puedan alimentarse?. Claro que, con una economía saneada la sociedad funciona mejor pero, ¿y cuando no es así? hay que trabajar para que mejore pero señores, los números pueden esperar pero las personas hasta que llega ese día de mejora económica que por cierto, no es otra cosa que una mejora en los beneficios de los que ya tienen beneficios pero que calcularon ganar 1.000 millones y solo han ganado 650 millones, ¿que pueden hacer?.

Como diría cualquier director de cualquier empresa, de esas que ganan menos de lo que habían calculado en el momento de decidir su sueldo y ya se lo subían como si esos datos de beneficios fueran una realidad, como ellos dirían, hay que innovar. Pues innovemos seamos valientes, no hay dinero para todo en eso estamos de acuerdo pero, cuando eso ocurre que hacemos???. Decidimos priorizar, eliminar cosas que aunque tienen su importancia no son el pilar imprescindible de subsistencia. Olvidamos las obras de rehabilitación porque aunque sean necesarias aún podemos continuar sin tener las paredes deseadas o los muebles soñados. Dejamos de lado las vacaciones, las comilonas, la ropa de marcas que solo harán diferenciarnos de quienes no pueden comprar marcas, etc, etc.

Pues eso debería hacerse desde lo público porque hay mucho gasto superfluo y no me refiero a políticos municipales que ni siquiera cobran, ni representantes que dedican horas de su tiempo por convencimiento. Me refiero a pagar estudios de viabilidad de sueños de unos que deciden que es el sueño de todos. Pagar por las creencias de unos como si fueran la de todos, pagar espectáculos, ferias, fiestas, cuando con ese dinero podríamos ayudar hoy a las personas. ¿De que sirve todo eso si las personas que deberían ser el centro de todo no están atendidas?.
Hasta que no tengamos gobernantes que reaccionen ante el drama de las personas no de los números, será imposible una sociedad que salga del agujero donde nos metemos, y no he dicho donde nos meten porque a cada iniciativa de gasto, hay quien está de acuerdo y quien en contra, según apoye o no una idea que sin las personas no es más que una creación vacía de contenido.

Pensemos de una vez en salir del agujero y ya pensaremos después como queremos vivir fuera de esa oscuridad  pero primero, aseguremos que podemos vivir, y el 27 a día de hoy no sabe como lo hará.


martes, 2 de abril de 2013

¿Avanzamos?


Fotos con narcos, nuevos datos de herencias, informaciones de implicados o imputados en diferentes tramas…

Mirando los titulares de los periódicos parece que no avanzamos en la “limpieza” de un sistema manchado por aprovechados a todos los niveles.

La ciudadanía pide, reclama, exige, que haya avances en esa “limpieza”. Exigimos que haya un cambio porque a pesar de todo y de muchos, debemos seguir viviendo. Quienes proclaman la ruptura del todo, sin exponer como se vive el siguiente día de la destrucción de todo lo conseguido, lo que hacen es proclamar la imposibilidad de seguir adelante.
Me niego a pensar que no hay solución, un futuro diferente. No hay solución fácil, eso si lo pienso. Pero hay solución. Existe la posibilidad al cambio, y muchas personas están trabajando en ese objetivo.
Siempre es más vistoso, desde el punto de vista de la noticia impactante y vende más, el caos, el robo, el aprovechamiento ilegal o en algunos casos alegal desde un punto de vista formal pero igualmente reprochable, desde un punto de vista ético.

Las iniciativas ciudadanas, los movimientos de personas dentro y fuera de las organizaciones cívicas,  políticas, sindicales, culturales, buscan ese futuro más claro.
Pensar que una organización, la que sea, está libre de todo aprovechamiento por parte de algún componente  en algún momento de la historia, es simplemente fanatismo. Si hubo actuaciones ilegales, sea en el seno de la organización que sea, facilitado por su posición personal dentro o por la  posición de esa organización en la sociedad, no cabe más que el pago  de su acción frente a la sociedad, en la medida que sea justa.
Pero eso no quiere decir que todas las personas que  pertenecen o pertenecieron a dicho colectivo sean de la misma calaña. En realidad las personas del colectivo que mantuvieron a estos presuntos “avispados”, son los primeros engañados.

Y lo fácil es caer en el desanimo colectivo porque parece que no se avanza. Pero no es así, al contrario, ya el hecho que aparezcan los datos, es un cambio. Años sin esos datos, sin esa información expuesta a la luz pública, era el continuismo que se está rompiendo. Una parte está funcionando, la que debe destapar  las ilegalidades o las presuntas ilegalidades que deben ser investigadas y depuradas responsabilidades si no son conforme a derecho.

Escudriñando las noticias, podemos comprobar algunos avances, ¿mínimos?, tal vez, pero avances.

Podemos encontrar que una petición de la sociedad para sentirse representados en las instancias que nos gobiernan, está siendo recogida por un partido político. El PSC ya tiene su borrador para realizar primarias con la participación no solo de los militantes de un partido.
Un juez reconoce el derecho a la  devolución del deposito de una persona en productos bancarios que con una información adecuada,  jamás hubiera adquirido.
Colectivos que participan en los desahucios se han negado a seguir participando y en varios ayuntamientos como en el caso de Cornellà de Llobregat, se ponen en marcha oficinas para mediar en desahucios de personas, porque no olvidemos que lo que está ocurriendo no es que bancos se quedan con propiedades inmobiliarias sino que, bancos se están quedando con el futuro de personas, con sus vidas.

Claro que es poco aún lo conseguido pero, por eso mismo debemos continuar. La presión, las acciones, de las personas están consiguiendo resultados. Es como cuando empujamos un carro, hay un empuje que parece que no consigue el movimiento de las ruedas. En un momento dado por las fuerza de ese empuje, se mueve un poco el carro, se ha vencido esa primera resistencia. Pero el error en ese momento es dejar de empujar, pues se volvería a parar necesitando de nuevo la misma fuerza de empuje pero con el agravante de que las personas que empujan están cansadas. Hay que seguir empujando para que no se pare ese avance, hay que sumar brazos en el empuje. Está bien quejarnos pero, la fuerza no debe perderse en gritos sino canalizarse en acciones.


lunes, 18 de marzo de 2013

Siguiente paso

Todo viaje por largo que sea se recorre paso a paso. No por alejado que esté el objetivo debemos querer llegar sin recorrer la distancia.

Hace tiempo que se oye la petición de la sociedad, de la ciudadanía,  sobre la poca escucha de los partidos políticos.

Desde dentro de los partidos también las bases lo han repetido. No porque creamos que está de moda sino, porque también nosotros somos ciudadanía. Somos la "gente", no solo escuchamos como si viniera de fuera sino que, también reclamamos esos cambios en la definición de objetivos de los partidos políticos. 

Pedimos que se actúe con un "realismo cotidiano", con medidas, propuestas, acciones que aseguren a los que por sí mismos no pueden asegurar ni su propia existencia con una dignidad mínima.
Queremos un futuro real, queremos que se piense en el mañana pero contando con el presente. 

Estas peticiones, el salir a gritar que va mal en nuestro día a día, ha sido el primer paso de un viaje que debemos realizar. Que todos y todas  debemos recorrer porque nadie lo hará por nosotros. Y nadie debe quedar por el camino. Y en todo viaje hay momentos de cansancio pero debemos seguir porque quedarse parado a medio camino es lanzar por la borda todo el esfuerzo del camino recorrido.

Es el momento del siguiente paso como sociedad. Ha habido una escucha a estas peticiones de estar representados en los objetivos de un partido político.

Es la hora de que esa misma decisión de salir a la calle tenga continuidad. El PSC está ultimando su reglamento para las primarias. Era una petición que las listas no fueran cerradas a cal y canto.

Una vez escuché de una persona mayor aquello de " cuidado con lo que deseas porque puede que se cumpla". Pues ahí está, ahora deberemos aceptar el reto y participar. 
Se debe demostrar que no estábamos equivocados cuando decíamos que es tiempo de una nueva forma de actuar.

Pero no es el último paso, quién crea que con un solo paso hemos recorrido todo el camino se equivoca. Vendrán más, porque la sociedad lo reclama, y porque estamos convencidos que no podemos destruir de un plumazo todo lo construido.

Desde dentro vamos a poner todo nuestro interés en ese cambio, porque las organizaciones son las personas, como la sociedad también somos las personas. 

Es el momento de dar pasos coherentes con lo que hemos pedido saliendo a la calle. No podemos perder la oportunidad porque ya no nos queda margen de error. 
Demostremos que a quién escucha a las personas tiene el apoyo de las personas.

Es el momento del siguiente paso la participación activa más allá de la queja legítima.