miércoles, 26 de marzo de 2014

El Fallo del Tribunal Constitucional

Que el Tribunal Constitucional es un órgano que necesita una reforma es algo que, creo, muchísimos compartimos.

Partiendo de esta premisa, queda claro que mientras no llega dicha reforma, como parte de tantas que hacen falta para conseguir la mejora de un sistema que nos ha dado los años más prósperos de nuestra sociedad, las decisiones (fallos) del Tribunal marcan la línea de la legalidad constitucional.

Con la decisión sobre la ilegalidad constitucional de la declaración del Parlament Catalán, nos deja claro la opinión frente al proceso que algunos (sean mucho o pocos no depende de que unos se apropien de la representatividad  de todos ) quieren recorrer hasta llegar a "su " objetivo.

Ahora hay dos caminos, uno, entrar en esa espiral de demostrar quién "la tiene más larga", escalando fases hacia un punto desconocido o dos, anteponemos el interés común a las aspiraciones sectoriales y buscamos caminos de cambio hacia un sistema más justo.

La solución federal ofrece, ese camino colaborativo, no de imposición porque en las imposiciones siempre y, siempre es SIEMPRE hay un colectivo que pierde.

Se puede intentar conseguir lo que queda claro, no será jamás aceptado. Lo que provocará un enquistamiento de la situación actual o se puede transitar hacia un cambio pactado. Proponiendo cambios argumentados, sin romper al precio que sea aunque esa ruptura nos acarree un periodo oscuro. Un transito natural desde las Autonomias al esado Federal. Como tantos otros países prósperos, con las particularidades de cada uno.

Esperemos que los políticos que vociferan sin escuchar, que los otros no les escuchan, piensen en las personas, no en su ego. Cambiemos el sistema actual que no funciona, NO FUNCIONA. Pero aprendamos de lo vivido demos pasos hacia el cambio. Cualquier viaje empieza con un simple paso.

Que escuchen las propuestas de quienes no queremos, porque no podemos permitirnos, ni seguir como hasta ahora, ni aventuras inciertas. Ni nosotros ni nuestros hijos o hijas.

Mejoremos lo que tenemos, mejoremos las condiciones para poder hacer frente a las necesidades de las personas porque un territorio, no es nada sin las personas. 


domingo, 23 de marzo de 2014

Diálogo

Cuando perdemos algo es cuando nos damos cuenta de lo mucho que representaba para nosotros.
Algo parecido ha ocurrido con el fallecimiento del Presidente Adolfo Suárez DEP.
No porque ahora echemos de menos a la persona, que quién lo deben echar de menos de verdad son sus familiares y amigos. Aunque en este caso como en tantos otros, hace años que lo habían perdido. Si algo  si echo de menos de su figura, es no haber aprovechado su  notoriedad para mostrar al país, las dificultades con la que se enfrentan las familias que tienen alguien con esta enfermedad y encima les recortan las ayudas.
Pero no era este el tema, al que me refiero cuando digo que echamos de menos algo al perderlo. Sino, a como todos los mensajes que he leído, escuchado hasta el momento que coinciden en que una de las grandes virtudes de la persona pública que nos ha dejado era el diálogo.
Y si alabamos esa virtud en alguien que ha fallecido ¿por qué, no la cultivamos más entre los que nos quedamos?. Si justamente esa virtud, marca la grandeza de una gestión presidencial,¿ por qué la dejan de lado los líderes que ahora gobiernan el país?
Desde la capital del estado como desde la Generalitat, pasando por las asociaciones, asambleas, etc .  Que aspiran a conseguir, al menos en teoría, una mejora en las condiciones de las personas. ¿Por qué se esfuerzan en alejarse del otro?, publican  datos, vídeos, declaraciones, buscando desacreditar al contrario, llamar a luchas donde da igual las pérdidas si se consigue un fin, en definitiva alejar a las personas. Y luego son tan hipócritas de alabar el diálogo.
Es momento de poner en común lo que realmente importa que son las personas, las personas que están hoy, en como viven y como algunas llegan a morir. Es momento de dialogar para tener un verdadero presente que se proyecte en el futuro, no un futuro incierto o fantasioso , tanto por una parte como por otra.
Que me hablen de cómo viviremos si hacemos esto o aquello dentro de 15 años me vale de poco, cuando no puedo ver claro el día de mañana, las siguientes 48 horas . O cuando me hablan de una mejora de indicadores que no me llegará a proporcionar una mejora hasta no se cuando.

Diálogo es lo que necesitamos entre todos y todas, para buscar una solución para lo que realmente importa , LAS PERSONAS.