martes, 31 de marzo de 2015

Privatizar ¿puede matar?

Llevamos días viendo en televisión imágenes de los restos del "accidente" del avión de la compañía Germanwings. Dejando de lado si el seguimiento tan exhaustivo tiene solo una finalidad informativa o ya roza el espectáculo televisivo, vemos como las autoridades alemanas investigan al copiloto y su estado de salud.

Esto nos debería hacer pensar en las personas que no solo pilotan un avión, sino en todas las personas que son responsables de llevar los medios de transporte. Porque un accidente de aviación es muy espectacular, un aparato enorme, a una velocidad de vértigo, con muchísimas personas en su interior, es todo un drama. Pero el peligro, el drama en caso de accidente es el mismo sea el medio de transporte que sea.

Estas personas que tienen en sus manos una gran responsabilidad, deben poder desempeñar su trabajo en una condiciones óptimas, porque la vida de personas dependen de ellos. Y puede que en el caso del avión alemán el responsable provocara el accidente deliberadamente pero, es un caso aislado. Las personas que pilotan , conducen, quieren desempeñar su trabajo y poder volver a casa, ellos y ellas junto con las personas que transportan. Pero como personas que son, también enferman y necesitan descansar para recuperarse de enfermedades, que no tienen porque ser, patologías graves. Pueden ser lesiones que necesitan de reposo, un proceso vírico que además de vencer al virus necesitan un tiempo de convalecencia para recuperarse, o incluso alguna intervención quirúrgica que necesita de un tiempo prudencial para una total recuperación.

Pero ahora me surge una duda en la definición de esta recuperación. Porque hasta hace unos años esta recuperación venía certificada por un facultativo de la sanidad pública, una persona que solo tenía la obligación de velar por la recuperación de la salud de las personas. Sin embargo ahora, esa certificación ya no depende de esos facultativos de la sanidad pública, una sanidad maltratada por la administración. Recortes, poca inversión, etc.
Actualmente la decisión de si una persona debe volver al trabajo, porque está recuperado, recae en mutuas privadas, mutuas que es posible que presionen a sus  facultativos para que expidan ese alta médica que devuelva a sus puestos de trabajo a las personas que, han necesitado esa incapacidad temporal (IT) para recuperarse cualquier enfermedad.

Y cuanto menos surge el miedo de que prime la efectividad de la mutua como empresa, de conseguir devolver a los trabajadores cuanto antes a su puesto de trabajo. Porque no olvidemos que mutua "privada" significa que debe conseguir unos beneficios económicos, es decir, debe conseguir ser contratados por empresas que quieren resultados, y esos resultados son justamente disponer de sus trabajadores. No obtienen resultados con trabajadores en casa recuperándose como ocurría cuando en teoría, solo contaba el componente de salud del trabajador.

Es solo una duda , una elucubración de un futuro o tal vez de un presente, peligroso cuando hablamos de estas personas que pilotan , que conducen, que en definitiva necesitan estar plenamente recuperados de cualquier enfermedad que menoscabe su capacidad de desempeñar su trabajo.

Y ¿no es posible que la privatización de esta vigilancia, de esta capacidad de obligar a volver al puesto de trabajo, aumente el riesgo de que primen los intereses de ofrecer resultados a las empresas por parte de las mutuas?, que ¿esta o aquella mutua, es la que consigue devolver a los trabajadores antes al puesto de trabajo?

En definitiva no es posible que privatizar la salud ¿pueda aumentar el riesgo? no solo de una persona sino de todos los que dependemos de esa persona que necesita recuperarse plenamente.

lunes, 9 de marzo de 2015

El día sin causa



Hoy, como ayer, como mañana y como cada día del año, será el día de alguna celebración, de algún recordatorio.

Y no es que me parezca mal que se recuerden en un día especial, es como cuando celebramos el cumpleaños. No debemos ser felices solo el día del cumpleaños sino, todos y cada uno de los días. 

Pues lo mismo deberíamos hacer con las diferentes causas que recordamos en un día concreto del año, y luchar porque desapareciera la necesidad de definir un día para que sea visible esa causa concreta.

Que no hiciera falta recordar las desigualdades de género, o la violencia de género, o la necesidad de que se investiguen enfermedades denominadas raras porque afectan a un porcentaje pequeño de personas, pero que a la persona que afecta no es pequeño, es todo su mundo.

El mayor logro sería ir viendo como desaparecen, celebraciones de estos días del calendario pero, no por el olvido o el desanimo, sino porque es un problema solucionado

Pero para ello se necesita que las personas, los organismos públicos y privados, la sociedad entera, como conjunto pero sobre todo individualmente, quisiera eliminar la causa que provoca esa necesidad de hacer visible diferentes problemas. No solo participar un solo  día al año, a modo de limpieza de la conciencia colectiva por no hacer más, sino una implicación activa real y continuada.

Ojalá lleguemos a ver la celebración del día sin causa, porque ya no quedan temas pendientes tan graves, porque ya no hay tantas causas necesitadas de ser recordadas como para situar uno en cada día del año.

Ese día si será un gran día de celebración.